Marcha : VII Cimas de Gredos
Lugar: Sotillo de la Adrada (Ávila)
Fecha : Domingo, 23 de Mayo de 2010
Por poco tengo otra Irati......
Ayer Domingo 23 de Mayo volví al mundo de las marchas cicloturistas. Ya casi ni me acordaba de todo lo que rodea a una marcha., ya que mi última aparición fue la Marmotte del 2007, es decir, casi 3 años de aquello. Espero no tener que volver a esperar otros 3 añitos………..
El día empezó a las 5 de la mañana, y después del ritual de los biberones, a las 6 me puse en marcha de camino a Sotillo de la Adrada (Ávila) para hacer la marcha de las Cimas de Gredos.
Esta marcha, la tenia marcada en el calendario desde hace tiempo, ya que era una alternativa magnifica a la carrera de El Escorial que se disputaba la tarde anterior, y como esa carrera no es precisamente una de mis favoritas por diversas circunstancias, que mejor forma que meterse un recorrido de 165 Kms entre pecho y espalda con el Piélago, Pedro Bernardo, Serranillos y Mijares. Cuatro “tachuelillas” que vamos, las iba a subir como un tiro, gracias a mis “grandes” dotes escaladoras.
El caso es que no iba con miedo, pero si con mucho respeto. Dada mi situación personal (de sobra conocida), mis entrenos no van más a allá de 3:30 horas y si acaso, como mucho dos puertos a elegir entre Morcuera, Canencia y el Cerro San Pedro. Además, de por supuesto, que entrenar solo no es lo mismo que con gente, esto último me parece fundamental.
Así que a la hora de afrontar la marcha, había que tener la cabeza fría y no cebarte, porque en las marchas, antes o después, siempre se presenta la ocasión para darlo todo, y hay que saber si se está o no preparado. Yo no lo estaba.
A todo esto, una cosa que siempre tengo en mente antes de algo así, es el tema de los calambres, el día se presentaba caluroso y esa posibilidad existía y había que tenerla muy en cuenta, porque si no………
Pero sin más preámbulos, vamos a la marcha. Con una puntualidad suiza fuera de lo común, a las 8:30 en punto, se salió de sotillo. Comenzaba la batalla y casi 500 guerreros se ponían en marcha sobre sus monturas de guerra, para afrontar un recorrido duro.
Los primeros 10 Kms eran neutralizados, y quien más quien menos, en esos quilómetros de paz, busca su sitio en el pelotón. Los que van con amigos, los que quieren ir tranquilos, los que van de paseo, los que quieren disputar y los que vamos a ver qué pasa. Yo me encontraba entre estos últimos, así que en la neutralizada, como quien no quiere la cosa, estaba entre los 50 primeros del pelotón que ocupaba todo el ancho de la calzada.
No sé ni cuando se dio la salida oficial, pero el caso es que la velocidad era alta, y los repechos que si afrontara una solo serian un dolor de patas, se pasaban volando, de hecho en menos de una hora empezamos a subir el Piélago, puerto viejo conocido, ya que es el punto álgido de la carrera de Pepino. Donde este año, apenas dos meses antes pasé las de Caín, y donde a la altura de la gasolinera, cuando ya llevas 2 kms de ascensión iba dando tumbos.
Pero como decía, dos meses dan para muchos, y llegue hasta la gasolinera sin ningún tipo de problema en el grupo principal que no eran más de 50 tíos. Pero claro, hay cosas que nunca cambian, y yo jamás seré escalador, así que una vez pasada la gasolinera, quedaba mucha tela por cortar, así que me puse mi ritmo y preferí ir de menos a más. Rápidamente me quede el ultimo de ese paquete y me descolgué. Incluso algunos que ya iban haciendo la goma me pasaron, haciendo un tremendo esfuerzo por enlazar, pero yo a lo mío.
Y la verdad, creo que lo hice muy bien, ya que subí a tren, y aunque perdía con el grupo cerca de 3 minutos arriba (eso me cantaron), llegaba muy entero y quedaba la bajada. Y ahí es donde podía recuperar, ya que bajar no se me da mal y si además conozco la bajada………el caso que empecé a coger mucha gente bajando. Los pasaba y los dejaba, así antes de llegar a Navarmorcuende, el pelotón ya lo vislumbraba a lo lejos. Y luego en los tramos de sube y baja hasta Marrupe, conseguí enlazar con el pelotón. Que era un segundo grupo, ya que se había formado uno por delante, pero que estaba a la vista, lo que hizo que finalmente se fundieran en uno.
Como decía, antes de llegar a Marrupe, ya estaba en el paquete, y desde ahí hasta comenzar la subida a Pedro Bernardo, unos 20 kilómetros, tocaba ir en medio de ese paquete de unas 30 unidades tranquilamente, comiendo, bebiendo y sin dar una pedalada demás, ya que se acercaban los colosos.
Llegamos al inicio de la ascensión a Pedro Bernardo, un puerto de 18Kms con una pendiente media del 4’5%, viendo el perfil el día anterior en casa, me di cuenta que era un puerto que se me podría dar bastante bien, ya que no presentaba rampas con porcentajes para asustar, aun así, prefería tomar una posición más pasiva dentro del paquete, haciendo hacer a los demás, mientras que bebía cada 10-15 minutos para estar bien hidratado, no quería los calambres.
El caso es que el paquete principal se rompió en dos, con aproximadamente unas 25 unidades cada grupo. El de delante con los gallos, y luego nosotros, que íbamos a ritmo, sin acelerones, casi todo el rato a 17-19 Kms por hora. Y era bonito la verdad, ver un grupo de 20 personas subiendo a ritmo, la sensación era magnifica. Además, íbamos cogiendo a gente que se iba descolgando por delante, que se enganchaba al grupo. Mis sensaciones eran magnificas, iba muy bien, relativamente cómodo (dentro de lo que ofrecía la situación claro está), de seguir así, podría soltar una marcha magnifica.
Coronamos Pedro Bernardo, y tocaba bajar unos 3 kms antes de afrontar Serranillos, en esta bajada me puse el primero, ya que lo prefiero hacer así, pero sin apretar, simplemente dejándome caer, dando pedaladas sin apretar, comiendo y bebiendo mucho para empezar Serranillos.
Este puerto, eran otros 9 kms al 4%, es decir, una prolongación exacta de Pedro Bernardo, y eso me dio mucha moral para seguir con la misma tónica, el grupo se iba manteniendo más o menos homogéneo al igual que el ritmo, pero……………..
Pero cuando quedaban 5 kms para coronar Serranillos, sentí algo en el muslo de la pierna derecha, un amago de calambre. Eso hizo que se me pusieran las orejas tiesas como quien dice, y tenía en ese momento dos opciones. La primera era seguir a ese ritmo en el grupo, con la certeza que antes o después me daría pero bien los calambres. Solo era saber cuándo. O bien, bajar un poco el ritmo, sin cebarse, subir lo que mejor se pudiera y luego en la bajada recuperar el tiempo perdido. Que era perfectamente factible. Y así lo hice.
Me deje caer el grupo, marcando mi ritmo, aunque veía como se marchaban, pero sin agobiarme. Estaba haciendo lo mismo que en el Piélago, intentar regular. El caso es que nos juntamos 3 corredores. Uno de un club llamado Varta, y luego otro, y este no tiene otro nombre que PAYASO.
Sí, habéis leído bien, era un PAYASO (así con todas las letras). La explicación viene porque subiendo estos últimos kms estuvo a punto de mandarme al suelo 3 veces. La primera fue pidiendo agua a un coche, que al coger la botella dio un bandazo. La segunda, con esa botella de agua, se soltó de manos para llenar su cachara. Pero la última fue, cuando se dejo caer un poco, y al querer ponerse el primero, me hizo el afilador cuando se situó delante de mí. Y ahí exploté: le dije de todo. El tío además, me respondía que si tal y cual. Además, el tercero en discordia también entro en la discusión y estaba totalmente de acuerdo conmigo. Y para mas inri, ademas de PAYASO : GUARRO. LA botellita en cuestion tirandola por ahi (por cierto, me da verguenza ajena aquellos ciclistas que van tirando papelitos por ahi, no cuesta nada guardarlos en el maillot hasta un avituallamiento, ¿es que nos pesará la bici 20 gramos mas?.).
Me puse el primero de este terceto, quedaban apenas 3 kilómetros, y a pesar de que este tío, empezó a largar un rato mas, yo pase de el, y seguía a mi rollo. No merecía la pena soportar a un impresentable como este. Además, si la cosa iba bien, en la bajada le dejaría de rueda, y ya no le volvería a ver más.
Pero como siempre, los payasos son como las monedas falsas, siempre vuelven dos veces. Como había dicho antes, los últimos 3 kms me puse el primero de este trío, a mi ritmo, y ya cuando estábamos a apenas 500 metros de coronar, va el tío y sprinta………..para dejarme de rueda, diciéndome hasta luego y con una sonrisa burlona. No le hice ni caso, que le cunda. Y que conste, que me acuerdo de su dorsal, así que es muy fácil saber su nombre.
Ya arriba, en el avituallamiento, comí y bebí con tranquilidad y bien, y me puse a estirar. Es preferible perder aquí 5 minutos que luego ir pasando las de Caín con calambres cada dos por tres. Una vez termine, a bajar se ha dicho.
Al igual que en el descenso anterior, bajaba rápido pero con seguridad, gestionando bien las curvas y pasando a gente, pero al llegar al pueblo de Navarrevisca me encuentro con un pequeño repecho, de apenas 500 metros, que obliga a quitar plato………………y calambre que te dio. Me vi obligado a parar. Me puse a hacer estiramientos y parecía que la cosa se tranquilizaba. Mientras tanto pasaron dos o tres grupos que había dejado atrás anteriormente tanto subiendo como bajando. En ese momento supe, que lo de ir a tope hasta el final se había acabado para mi……………..y aún quedaban cerca de 70 kms para el final. En ese punto, me vino a la memoria la aventura de la Irati Extrem del año pasado.
Pasados unos minutos, volví otra vez a montar, me enganche a un grupito de 4 corredores, donde no di ni un solo relevo hasta el comienzo del puerto de Mijares. La última dificultad del día, un puerto de 9 kms al 5% de media, es decir, igual que los dos anteriores y que sin los calambres, podría haber subido sin problemas al igual que el Pedro Bernardo.
Pero claro, los calambres no se iba a ir así porque si, y en la primera rampa de Mijares, vuelta a empezar, sobre todo localizados en la pierna derecha. Llegados a este punto, tocaba de nuevo bajar más aun el ritmo y hacer algo doloroso, pero necesario. Me quite un imperdible del dorsal y me pinche en 3-4 sitios en ambos muslos, para que salieran una gotitas de sangre y así que el musculo se relajara, y mano de santo (cada que le cuento esto a mi mujer: flipa).
Pero claro, el mal ya estaba hecho, ya tenía el miedo en el cuerpo de calambres, y si le sumamos el calor que hacía, pues nada, lo que faltaba era una pájara. Y dicho y hecho. Me dio una buena, pero no por falta de alimento o bebida, que va, fue más bien una pájara de mentalización, pensar que me quedaban aun 9 kms hasta arriba, en un puerto que a cada pedalada que daba me iba sintiendo que me iba poniendo en la misma situación que en la Irati del año pasado. Así que apretando los dientes, tire para arriba y me dije que de un tirón y sin parar, por que como parara a mitad de puerto…………estaba muerto.
El puerto se me hizo eterno, lo subí a paso de tortuga, creo que no pase de 10Km/h en ningún momento, y me paso una ristra de gente. No sabría decir cuántos, pero fácil 20-30 personas.
Después de casi una hora, llego por fin arriba, donde paro en el avituallamiento y me informan que quedan 40 kms, con unos 25 de autentica bajada y luego unos 15 algo pestosillos. Como no, hasta el rabo todo es toro.
Empiezo a bajar detrás de un forero de MTB (Iceman) al que conocí en la subida, y me doy cuenta que voy mejor, que a mi esta bajada me anima y es lo que necesitaba. Así que pasados los primeros 2-3 kilómetros decido que me voy a dar un homenaje y voy a bajar como yo sé. Así que me enfile y para abajo (siempre con el margen de seguridad), y lo reconozco, disfrute bajando este puerto, la primera parte hasta Casavieja, con curvas de habilidad, de mover bien la bici y el desarrollo a cada curva. Y luego, desde Casavieja hasta la carretera nacional, de mover desarrollo.
Ya casi al final del descenso me encontré con un chaval que iba con la equipación de Andorra, que me encontré también con el poco antes de conectar con el pelotón principal en la bajada del Piélago y que nos marcamos unos buenos relevos. También iba algo jorobado, así que nos juntamos y nos pusimos a charlar. En ese momento, yo di mi marcha por terminada. Ya sí que me deba exactamente lo mismo el tiempo y el puesto.
Ya en la carretera nacional, aun quedaba la última sorpresa, la subida de Piedralaves y el subibaja previo a La Adrada (por cierto, que veraneaba aquí cuando era pequeño unos días).
El chaval de Andorra, le dije que tirara para adelante, que yo ya me limitaba a terminar y el estaba con ganas de ir con un grupo que nos paso que iba deprisilla. Así que me volví a encontrar solo, pero antes de La Adrada, me alcanzo otro grupo de 6 corredores que iban a relevos, y me enganche. Como es lógico me puse el último y ni un solo relevo hasta meta.
Donde estos 6 corredores casi se dejan algo más que el último aliento esprintando, cosa que yo pase olímpicamente de hacer, no me parecía bien, ir a rueda y esprintar.
Finalmente, no llegue a las 6 horitas, según la organización me marcaron 5:56, según mi cuenta kilómetros 5:40, lógico con todas las paradas que hice. Y cuál fue mi sorpresa, que al entregar el chip ya tenían mi diploma, y ya que estaba lo cogí: ORO. Eso sí que fue una sorpresa, me habían sobrado 40 minutos en mi categoría.
Luego me entere que el primero fue Felipe Peces (Ciclos Corredor), otro que corre en Máster y Marchas, que anda como un tiro, que me saco casi 50 minutos.
Después de cambiarme, tocaba tomarse las cosas con calma, por una vez no tenía que salir corriendo para casa (y eso que eran las 14:30), ya que estaba mi suegra (que no cambio por nada del mundo) y mi cuñada en casa como mi mujer y los niños, así que había refuerzos. Por lo que me dispuse a comer tranquilamente la ensalada de pasta que nos daba la organización, en compañía de Fernando, que entrena con la gente de Alcala ex compañeros míos de equipo como Socuellamos, Oki o Viti.
Luego, a casa para llegar a las cinco en punto, en el momento justo de llegar y poder ver integra la ascensión al Zoncolan por la tele.
En definitiva, un bien día de ciclismo. Un entrenamiento de muchos quilates de cara a lo que se avecina en los próximos 3 meses. Me noto que voy a más, ya que los últimos 2 meses voy a casi 1.500 kms mensuales, y no los 500 mensuales que hice en Enero, Febrero y Marzo. Desde Abril la cosa ha cambiado.
Las sensaciones subiendo Pedro Bernardo fueron magnificas, me encanto esa sensación de subir una buena grupeta a buen ritmo por ese puerto, lástima lo de los calambres en Serranillos, pero creo poder afirmar que sin eso, podría haber llegado con ese grupo sin problemas a Sotillo, y finalmente me sacaron 35 minutos…………..
Pero sobre todo, lo mejor es que sufrí (no seáis mal pensados, dejarme que me explique), lo mejor es que el sufrimiento que pase, conseguí superarlo, desde lo que paso el año pasado en el recorrido de la Irati estaba siempre con la duda de enfrentarme a un recorrido así, con ese calor y ese sufrimiento. Prueba superada.
Después de esto afronto mis próximos retos con más optimismo. No va a poder ser mi participación en Colmenar Viejo el próximo domingo (festival de verano de mi hija en el cole, y lo primero es lo primero). Así que si no se tuerce nada, el próximo día 5 de Junio, en el puente me iré a Teruel, para pasar allí unos días y participar en la Marcha del Nacimiento del Tajo, otra que tiene tela, y además con nuevo recorrido, con un puerto nuevo que es una autentica pared………..que conozco muy bien.
Pero hasta entonces, a descansar, recuperar……………y ser buenos.
Hasta la próxima.
PD : El 4 de Agosto, me tomo la revancha en la Irati : vuelvo para terminar lo que no fui capaz el año pasado.
PD : No quiero dejar pasar la ocasión para mandar un saludo a esas 7-8 personas que no conocía de nada y se acercaron a charlar conmigo por motivos de este blog. Siempre es gratificante conocer a un lector, y ya sabéis, acepto comentarios y criticas. Son siempre bienvenidas.
